


El Deporte como instrumento natural de promoción de los derechos humanos
El Deporte es un sistema basado en reglas, en juego justo, respeto, cohesión, apoyo y buena voluntad de la sociedad en todas sus facetas: deportistas, fanáticos, voluntarios, comunidades locales, gobiernos, empresas grandes y pequeñas, medios de comunicación y organizaciones deportivas.
Precisamente, por sus diversas facetas, el Deporte tiene una amplia incidencia sobre los Derechos Humanos y el Desarrollo Sostenible, pues así como puede aportar al libre desarrollo de la personalidad, la inclusión social, la educación, la salud y al desarrollo económico, también puede generar graves afectaciones a derechos laborales, mediante sus formas de contratación de los deportistas o prácticas de explotación laboral para la construcción de mega estructuras necesarias para los eventos deportivos, a la equidad de género por la discriminación de la mujer en diversos torneos profesionales, a la igualdad social cuando en países en desarrollo que no cuentan con los medios o infraestructura para soportar mega eventos se celebran torneos que segregan a la población más pobre y vulnerable, a la no discriminación de personas en situación de discapacidad que desean practicar o disfrutar del deporte, o fomentar la corrupción para la elección de escenarios deportivos, en desmedro de los valores que busca promover. Es así como el deporte puede ser una herramienta tanto para celebrar la dignidad humana, como para amplificar los abusos y la discriminación.
Para potencializar sus beneficios, es indispensable que los Estados, las empresas y las Corporaciones Deportivas enfrenten el reto de integrar un enfoque de derechos humanos a la gobernabilidad y la operación deportiva, así como a las políticas, sistemas y prácticas de los todos los actores, como un ejercicio de Debida Diligencia en DDHH, la cual ya se les exige a distintos sectores de la economía desde hace décadas, y los actores deportivos no pueden ser la excepción frente a ello.
